La clamidia, al igual que otras ITS, puede no presentar síntomas, o ser tan leves que pasen desapercibidos. En el caso de no ser tratado, puede provocar infecciones más graves, llegando incluso, a producir infertilidad. Por ello es importante tratarla a tiempo.
Algunos de los síntomas que se manifiestan son:
- Sangrado entre periodos menstruales.
- Dolor en el bajo vientre.
- Dolor durante el acto sexual o al orinar.
- Dolor, secreción o sangrado en la zona del ano.
- Flujo vaginal anormal, con color amarillento y fuerte olor.
- Pus o secreción lechosa alrededor del pene.
- Inflamación o sensibilidad en los testículos.