La gonorrea fue una de las enfermedades más estudiadas durante los últimos 30 años debido a sus aspectos clínicos. No obstante, los datos numéricos son escasos. Recientes estudios estiman que, en todo el mundo, hay al año 78 millones casos nuevos de gonorrea.
De esta forma se convierte en una de las enfermedades de transmisión sexual de origen bacteriano con mayor incidencia.
Aunque esta cifra experimentó un pequeño descenso en la década de los 90, en los últimos 10 años ha sufrido un crecimiento exponencial. Esto es debido a que la bacteria responsable, Neisseria Gonorrhoeae se está volviendo resistente a los antibióticos.
Los últimos datos registrados en 2017 por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) coordinada con la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtieron que los tratamientos contra esta bacteria presentaban una eficacia baja, o incluso llegaban a ser ineficaces. De este modo, la medida más eficaz contra el aumento de la epidemia es la prevención.