EL campo de actuación de un obstetra es muy amplio. Un obstetra no solo evalúa y trata físicamente a una mujer, sino también social, psicológica y familiarmente. Esto lo realiza a 4 niveles diferentes: en el pre-embarazo, a lo largo del embarazo, en el parto y en el puerperio.
Para empezar la función de obstetricia en el pre-embarazo se centra en la educación sexual. Su función es enseñar a la ciudadanía los conceptos de planificación familiar para evitar embarazos indeseados y enfermedades de transmisión sexual, principalmente en adolescentes u otros grupos que mantengan relaciones de riesgo.
Una vez que una mujer esta preparada para ser madre y queda embarazada la obstetricia le acompaña en los 9 meses del proceso realizando revisiones periódicas para evaluar como va evolucionando el feto, si existe algún tipo de malformación congénita o algún otro factor de riesgo como una posición complicada del feto, sufrimiento fetal o parto prematuro. Además también apoya psicológicamente a la pareja ante los posibles miedos que puedan surgirles.
El obstetra va a estar presente en el momento del parto para asegurarse que todo va bien y actuar de forma urgente en el caso de que surjan complicaciones.
Por último, en el puerperio, el obstetra continúa con la evaluación de la mujer tanto en el periodo que sigue interna en el hospital como en el momento que se marcha para su hogar. En este periodo evalúa el estado fisico y psicológico de la mujer, el estado de las mamas para la lactancia y la evolución del útero y heridas que surjan de una cesárea, así como el avance del bebé.