Para llevar a cabo una ligadura de trompas es primordial asegurarse de tener el conocimiento suficiente sobre las consecuencias que conlleva y, sobre todo, que sea una elección voluntaria. Algunas de estas consecuencias son dolores menstruales, náuseas y vómitos. Sin embargo, al no necesitar ninguna incisión durante el procedimiento, no deja cicatrices ni marcas; además, al no requerir anestesia general, no hay riesgo de padecer daños neurológicos a la hora de administrarla.
A pesar de ser normalmente segura, en caso de que aparezcan los siguientes síntomas se debe avisar al médico de inmediato:
- Sangrado abundante menstrual.
- Fiebre o erupción cutánea.
- Dolor intenso abdominal.
- Olor o flujo vaginal inusual.