La vasectomía es un método anticonceptivo también conocido como esterilización masculina.
Los espermatozoides se forman en los túbulos seminíferos de los testículos y, posteriormente, pasan a almacenarse alrededor de unos 10 días en el epidídimo. De este salen por los conductos deferentes que se juntan con la vesícula seminal formando los conductos eyaculadores.
Mediante las secreciones de las vesículas seminales y de otra glándula, la próstata, se añaden sustancias al esperma dando lugar a la formación del semen. Este líquido es el que, durante el coito, es eyaculado y penetra por lo tanto en el aparato reproductor femenino.
Mediante la vasectomía se bloquean o cortan los túbulos deferentes, de tal forma que los espermatozoides no consiguen salir del epidídimo. Estos pueden permanecer almacenados un tiempo pero, finalmente, son absorbidos por el organismo.
Tras la realización de una vasectomía, alrededor de los tres meses después, el semen dejará de presentar esperma. No obstante, el hombre eyaculará la misma cantidad de semen pero, este no tendrá la capacidad de fecundar el óvulo.